jueves, 26 de julio de 2012

Siempre seré tu niña pequeña

Mi padre fue un muchacho que se hizo solo, su padre abandonó a mi abuela y a sus cuatro hijos cuando apenas eran niños. Como el mayor de sus hermanos, tuvo que empezar a trabajar a la temprana edad de cinco años y así ayudar a mi abuela a alimentarlos. Luego, por la gracia de Dios, fueron a parar en un orfanato donde mi padre creció hasta los dieciséis años para luego encargarse de su vida solo. Tuvo que pagarse sus estudios, trabajar medio tiempo y ayudar a mis tíos en lo que pudiese.


Yo no niego que nuestros padres tengan defectos, cometan errores y demás. Creo que son humanos y aprenden junto con nosotros a ser padres.

Mi padre estuvo ausente en mi adolescencia y juventud, se dedicaba a trabajar cuidando que no nos faltase nada. Pocas veces se sentó a explicarme cómo era la vida, crecí con muchos vacíos, complejos e inseguridades; crecí en una burbuja construida por alguien que veía de vez en cuando y que me regalaba un libro cuando quería que yo aprendiera algún tema. Me ama mucho, es solo que a él nadie le enseñó cómo ser padre. Me acostumbré a verlo en un púlpito como un orador en seminarios y conferencias impartidas por él, para mí era el hombre de traje que admiraba por su fuerte código moral y ético. Un hombre al que podía preguntarle cualquier cosa de la vida, pero en cuestiones personales, dudaba mucho en pedirle consejo. Me avergonzaba no parecerme en nada a él y no quería decepcionarle.

Tuvieron que pasarme muchas cosas horribles para entender muchas de mis malas decisiones. Estuve resentida con él por mucho tiempo por dejarme sola cuando su pequeña niña más lo necesitaba y tuve que aprender lecciones cayéndome en hoyos de los cuales él debía advertirme…

Pero al levantarme de un hoyo en especial, entendí que él no tenía la culpa tampoco. Nadie le mostró la importancia de un padre para una pequeña que no entendía el mundo. Nadie le mostró el daño que puede causar su ausencia y me di cuenta por primera vez de que es un humano como cualquier otro.

A veces cometemos el error de culpar a nuestros padres por nuestros problemas, nuestras decisiones y nuestra manera de ser. Creemos que ellos son la base de nuestra fortaleza y si algo va mal, les echamos la culpa para no sentirnos mal con nosotros mismos. En otros casos, nuestros padres son el centro de nuestra vida. Todo lo que hacemos es para que ellos se sientan orgullosos y podamos dar un sentido a nuestra vida.

Tus padres pueden se la mayor fuente de amor y guía, y debes respetarlos y honrarlos, pero centrar tu vida en ellos y vivir para agradarles, puede convertirse en una verdadera pesadilla.

Cualesquiera que sea la relación con tus padres, es importante que examines tu vida. Puede ser que muchos de tus complejos sean un reflejo de la relación con ellos y por ende, debes corregir lo que esté mal, pero culparles de cómo resultaste ser no es tampoco lo ideal. Ellos son personas que te aman más que nadie en el mundo y tienes que tener en cuenta de que todo lo que hicieron, lo hicieron por ti y para ti. Si cometieron algún error, es natural, tienen derecho a equivocarse como todo humano lo hace. Está en ti el perdonarlos y tratar de que no te afecten sus errores.
La importancia de un padre en la vida de sus hijos es inmensa. Ellos son los pilares de nuestro carácter, principios y valores.

Si algún error cometieron tus padres contigo, perdónalos y trata superar ese problema. Prepárate para cuando un día seas padre puedas entender cómo funciona el ser mamá/papá no basándote en los errores de tus progenitores, sino en el bien para tus hijos.


Yo amo profundamente a mi papá y estoy tratando se acercarme a él ya que él no sabe cómo acercarse a su niña pequeña cuando ya han pasado muchos años y muchas cosas.

No esperes que tus padres adivinen lo que te pasa. Si sientes que ellos no te conocen, acércate a ellos tu. Si sientes que no te entienden, ve, explica tu punto y lleguen a un acuerdo. Si sientes que no te aman, demuéstrales que tú los amas y verás cómo ellos se abren como una flor a ti.

Perdona cualquier resentimiento y entiende a tus padres. Ellos son lo más sagrado que tienes.

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